mardi 16 novembre 2010

LA ESTRATEGIA DEL ODIO

El pasado 11 de noviembre fue el aniversario del armisticio de la 1ª Guerra Mundial. Coincidiendo con esta fecha las cadenas públicas francesas nos han ofrecido varios reportajes y alguna película relacionada con el tema. Yo que soy un apasionado de este acontecimiento, desde el punto de vista humano, he podido aprovechar plenamente

Todo ello me ha hecho reflexionar sobre la actualidad política mundial (y particularmente la española que, por desgracia, no escapa a la regla). Voy a intentar explicaros el fondo de mis pensamientos:

La reflexión empezó con la película “Joyeux Noel” (Feliz Navidad): Basada en hechos históricos, muestra la confraternización de las tropas alemanas, escocesas y francesas durante la noche de Navidad de 1914. En esa fecha tan señalada, personas que se habían estado matando durante semanas, compartieron cena, una copa de champagne y unos cuantos villancicos.

A partir de aquí, los soldados tomaron conciencia de que las tropas que tenían en frente, eran gente normal y corriente con una vida de familia en todo punto comparable a las suyas. Nada que ver con lo que les habían “vendido” sus dirigentes para lanzarlos en una tal guerra.

Como consecuencia, las hostilidades entre las trincheras implicadas en tales acontecimientos decrecieron enormemente a pesar de las órdenes recibidas por parte de los Generales de ambos bandos, los cuales apoltronados en sus refugios de retaguardia, no paraban de lanzar ofensivas contra las tropas enemigas. Algunos a sabiendas de que la táctica utilizada era completamente obsoleta y que, por lo tanto, estaban masacrando inútilmente la vida de miles de personas en unas semanas (visto en otro de los reportajes).

Como era de esperar, los Estados Mayores acabaron enterándose de los acontecimientos (a través de las cartas que enviaban los soldados a sus familias las cuales eran sistemáticamente espiadas para evitar todo comentario “desplazado’) y decidieron tomar medidas en el asunto. Ambos bandos sustituyeron las tropas involucradas por otras y dispersaron los implicados en diferentes frentes donde no tuvieron más remedio que volver a la lucha para defender sus vidas.

Como podéis ver en este ejemplo extremo nuestros dirigentes nunca han dudado en fomentar el odio entre los pueblos para servir a sus fines (ambición política) o, lo que es peor, para cubrir sus propias incompetencias y seguir así aferrados al poder.

Ejemplos tan extremos como los relatados aquí arriba no faltan en la actualidad (la guerra en Yugoslavia, Chechenia, etc.). Es más, lo único que nos salva de una 3ª Guerra Mundial es el poder exterminador que hemos acumulado. Es tal, que ni ellos mismos (las clases dirigentes) podrían sobrevivir a la masacre, o en todo caso, no podrían mantener el tren de vida que llevan.

A estas alturas os estaréis preguntando: ¿Qué tiene esto que ver con la España actual? Aquí no existen tales problemas… ¡JA!

¿Y como llamaríais vosotros a lo que está ocurriendo entre las diferentes autonomías españolas? Y especialmente entre Cataluña y el resto de las Comunidades.

Dentro de pocas semanas son las elecciones catalanas. ¿Alguno me puede decir cual es el principal tema de discusión de la campaña electoral? (poco importa el partido político).

¿El paro? ¿La sanidad? ¿Política social? ¿Educación? ¿Acceso a la vivienda? ¿Coste de la vida? NO. Vosotros lo sabéis mejor que yo… Después de cinco años solo se habla de Estatuto, autonomía, independencia o dicho de otra manera, si las cosas no funcionan es por culpa de los de Madrid (que no nos transfieren las competencias y, sobre todo, el dinero), de los andaluces (que no pegan ni palo y viven de subvenciones), de…

Y en Madrid, lo mismo (pero al revés). Y en Andalucía son los catalanes que no son solidarios, etc.

El país está sumergido en una de las crisis más importantes de toda la historia (20% de paro), poder adquisitivo extremamente degradado, perdiendo sus viviendas, sin ninguna esperanza de futuro y todo ello por culpa de una política basada (desde hace años) en el dinero fácil (especulación, economía sumergida, etc.) que ha conducido, entre otros, a la destrucción del tejido industrial español. Y no hablemos de la Sanidad, de la educación y de los otros temas…

Mientras tanto, nuestros dirigentes nos enfrentan los unos contra los otros para ocultar sus propios errores y seguir así viviendo del cuento y manteniendo su estatus.

¿Exagero? Si tenéis un poco de tiempo leeros los comentarios de los lectores en las diferentes noticias que aparecen en nuestros medios de comunicación sobre Internet. Especialmente interesantes los relacionados con nuestros deportistas de élite: Alonso y Contador entre ellos.

La más mínima crítica (aunque sea constructiva) contra uno de ellos, sirve de excusa para politizar el tema y sacar ese odio que nos han inoculado nuestros “queridos” dirigentes, limitando el tema a un asunto entre españoles y anti-españoles. Iluso de mí, que creía que el mejor amigo era aquel que sabe criticar tus malas acciones.

¿Y los periodistas en todo esto? Tanto aquí como allí, colaboracionistas en su mayor parte (no olvidéis que los más mediatizados, forman parte de los privilegiados y, por lo tanto, están más interesados en mantener su estatus que en hacer avanzar las cosas).

¿A cuantos habéis oído pedirle a alguno de nuestros políticos que explique sus soluciones contra el paro? ¿o cual es el modelo social que piensan aplicar si consiguen la tan buscada Independencia? NO, sus artículos solo buscan aumentar el enfrentamiento regional o partidista, que vende bastante bien.

¿Os habéis preguntado por qué no existe ese odio de este lado de los Pirineos? ¿Acaso los catalanes o los vascos son menos catalanes o vascos aquí? ¿O los bretones y corsos tienen menos derechos que los gallegos o baleares?

La verdad es que nuestros dirigentes lo han intentado (pensar en el último incidente con los gitanos a los que se ha intentado culpar de todos los males para despistar la atención de la ciudadanía sobre los otros temas de actualidad). Pero afortunadamente uno de los pocos valores franceses que han conseguido sobrevivir a esta época de mercantilismo a ultranza es el de la solidaridad por lo que la estrategia no ha funcionado.

Ahora algunos pensarán, que suerte vivir en Francia. No os creáis que todo es rosa aquí, los riesgos de deriva están presentes (todos los días) y eso sin tener en cuenta la “política del miedo” (de la que prometo hablar en otro artículo).

Tomemos como ejemplo la edad de jubilación: Nuestros dirigentes (Gobierno, oposición y representantes sindicales) en vez de intentar entenderse y conseguir un acuerdo que perjudique lo menos posible al pueblo (que en su mayoría estábamos dispuestos a hacer concesiones siempre y cuando fuesen equitativas) han privilegiado la estrategia del odio. Unos para intentar acceder al poder, los otros con el solo fin de paralizar el país para ejercer una especie de contra-poder.

A estas alturas algunos podrían decir que yo también estoy incitando el odio, en este caso, contra nuestros dirigentes. Lejos de ello. Lo único que pretendo es despertar conciencias para que entre todos construyamos los dirigentes que nos merecemos.

Es muy fácil quejarse de nuestros líderes, pero ellos (al igual que nosotros en la vida cotidiana) aplican la ley del mínimo esfuerzo (en este caso la estrategia de división que les funciona desde hace años). Pero… ¿os habéis imaginado cómo reaccionarían si la gente comenzara a preguntarles lo que piensan hacer contra el paro, para fomentar el empleo o, simplemente, después de obtener las transferencias o la independencia?

Si el moviendo creciera y el clamor fuera popular, hasta los periodistas tendrían que adaptarse y al final nuestros dirigentes tendrían que adaptar el discurso y sus acciones para intentar salvar el pellejo en las elecciones.

Y finalmente… ¿Qué podríamos hacer en nuestro día a día para combatir este odio generalizado?

Os propongo los siguientes “trucos”:
- El espíritu crítico: no creerse todo lo que se ve por la tele, lee en los periódicos o encontramos por Internet, intentar ver más allá adivinando el por qué de las cosas, lo que hay detrás y quién gana con lo que os proponen.
- El dialogo abierto: que alguien opine lo contrario que tu no significa que sea tu enemigo sino que su visión de las cosas (por experiencia y/o posición) es diferente. Daros el tiempo necesario para escuchar y sobre todo comprender sus argumentos (tal vez os deis cuenta que, finalmente, vuestras ideas y preocupaciones están más cerca de lo que pensabais).
- Evitar de caer en los estereotipos (que fomentan la intolerancia).
- Y sobre todo, documentaros (hoy en día con Internet es relativamente fácil siempre y cuando se vaya con un poco de precaución) para forjaros vuestra propia opinión basada en datos objetivos y no porque me han dicho, he oido, creo…

Nada más, no espero ni de lejos, que estéis de acuerdo con todo lo que he escrito. Si es el caso, no me insultéis ;-) lo mejor es que exprimáis vuestra opinión, con argumentos, por supuesto.

Y sobre todo recordar, si queremos buenos lideres tendremos que modelarlos nosotros mismos, del mismo modo, que si no os gustan mis artículos, me tendréis que ayudar a progresar ;-).

Bon courage

5 commentaires:

  1. Estoy de acuerdo en gran parte de tu reflexión, excepto en el tema de "moldear" a los dirigentes (cosa que no veo factible).
    Yo creo que los políticos, una vez alcanzan el poder, se convierten en simples marionetas movidas por los intereses de la gente que realmente mueve el mundo desde la sombra. Entre las figuras políticas suele ser complicado encontrar alguien realmente brillante. Y quizás no siempre sea debido a la incopetencia de la persona... ¿no crees? Je,je,je!!!

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  2. No te creas que es imposible moldear a esta gente (son como todos). Aunque para eso deberia ser una gran mayoria la que manifestase sus peticiones y eso... en España es casi mision imposible (a no ser que amenacen de descender tu equipo favorito de futbol a 2a division, claro ;-)

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  3. No me imagino un mundo donde reinasen unos principios sociales coherentes, ni una sociedad que luchase y se moviese por lo verdaderamente justo y necesario. Eso siempre será una utopía eterna

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  4. Espero que nunca tendremos una 3ª guerra mundial, mi abuelo me contaba la guerra de 1914-1918, era horrible, pero a veces pienso que estamos al borde.
    Nosotros votemos los políticos, y tenemos lo que nos merecemos. El gran problema de Cataluña es que los políticos nos limpian el celebro con tanta publicidad por la cultura perdida y el fútbol, lo que permite hacernos olvidar los problemas del país. Miles de personas salen a la calle por un "cinco", pero luchar por sus derechos la gente se vuelve cobarde, parece que se conforma con el aumento de la jubilación, la violencia en las calles, lista de espera en la sanidad, el atur, salarios baratos, cambios constantes en la educación (somos casi los últimos en Europa en este sector), una vergüenza. Sin hablar de la instalación de las tiendas y restaurantes chinos que provocan la desaparición de nuestras tiendas, etc... ¿Qué hacen los politicos al respecto?
    En fin, se vive "bien" en España, cada día se oye lo mismo, se vive -día al día- igual que se hace desde 30 años o más.
    Aline

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  5. Manel, estoy totalmente de acuerdo contigo, y tengo aun la esperanza de que los políticos cambien. Tal como dices buena parte depende de todos nosotros, porque considero que los políticos no son más que un reflejo de la sociedad en que vivimos. Es decir, que la forma en que actúan es similar a la que realizaría la mayor parte de la población del país si estuviesen en su situación.

    Por dicho motivo, la única manera de cambiarlo (aunque cueste varias generaciones) es hacer cambiar la forma de pensar de la gente, intereses, motivaciones,... el único fallo es que es infinítamente más fácil decirlo que hacerlo.

    Ramon,

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